lunes, 16 de junio de 2014

Si decides no volver solo me quedará echarle dos cojones.

He vuelto a odiarlo todo, a formar lagos y océanos por culpa de mis ojos. Me he pasado al mundo
de las sombras porque ahora me hace falta luz. Y quién coño iba a decirme que un atardecer me iba a parecer tan triste si no estabas.
Supongo que los días al igual que nosotros también se acaban ´Que no me hablen de paisajes que también se acaban´. No sé si me entiendes pero te prefiero a ti antes que mil atardeceres. A veces solo necesitamos un par de manos recorriendo nuestra espalda, que nos hagan saber que no estamos solos. O que alguien se siente a nuestro lado a rellenar vacíos.
Yo que coño sé si a mi me bastaba contigo. No hay nada mejor que tu respiración quedándome en la nuca, me calaste dentro. 

                                   Si decides no volver solo me quedará echarle dos cojones.














El que escribe sabe lo que supone la terapia de descomponerse en el papel. El que lee conoce la magia de vivir la historia una y otra vez.