"No me hables de lunas delante de tus ojos
que las comparaciones son odiosas
y yo te odio, te odio porque somos demasiado
sin ser nada. A mí ya me tocó toda la suerte
que podía tener cuando me tocaste,
pero más cuando no me dejaste de tocar.
Siempre fuiste más gracioso que guapo
y mira que eres precioso, que hasta cuando
pestañeo te veo, hasta cuando te veo te imagino.
No me hables de ser menos si siempre que
nos juntamos sumamos, y no me hables
de momentos que tú de los míos eres los mejores.
Ya no sé que excusas inventar para que te quedes,
pero es que tampoco se me da por pensar ya que te vas a ir.
Me gusta cuando tomamos la dirección equivocada
con la persona correcta, porque vayas a donde vayas
vas al sitio perfecto."